Mañaneras, nocturnas, buscadas, incontroladas… La erección masculina
puede aparecer cuando menos te los esperas, en muchas modalidades y,
cuando lo hace, marca presencia y no deja lugar a dudas de que está ahí.
Vamos, que, en ese momento, tus pantalones hablan por ti.
En ocasiones, tener una erección no es
algo tan inexplicable y no es difícil conocer su causa. En otras, en
cambio, no tendrás forma de justificarlas. Pero una cosa está clara: si
tienes la tienda montada, siempre podrás relacionarlo con un símbolo de
virilidad y de estímulo sexual, cual miura.
¿En qué consiste la erección masculina?
Cuando el hombre se excita por ver, pensar, soñar, oír, oler o tocar
algo, sus neuronas se van alegrando unas a las otras y deciden
comunicarle al pene mediante una señal estimulante que debe ponerse
firme. La sangre no lo ve ni venir y decide concentrarse en esa área,
porque la unión hace la fuerza, y los músculos de la base del pene y del
perineo deciden unirse a la fiesta, se contraen y ayudan a elevarlo. Es
en esta gloriosa forma cuando el pene clama ser admirado y su fisonomía puede ser mejor apreciada.
Lo más común es sea el propio hombre el que desee, busque y provoque la erección masculina;
pero en muchas ocasiones, parece que al amigo de “Barrancas” le gusta
ir por libre. Seguro que sabes de lo que hablamos. ¿Cuántas veces te has
visto con todo el chiringuito montado en el momento más inoportuno?
¿Cuántas veces te han pillado con el mástil preparado y gritando “¡Todo
erecto!”? ¿Cuántas veces has pedido que se lleve de moda la coquilla?
Las erecciones masculinas mañaneras
son sin duda las erecciones involuntarias por excelencia. Son el
“buenos días”, el “oh là là” o el “oh capitán, mi capitán” que anuncian
un buen día y, si hay suerte, hacen el preludio de una buena sesión de sexo matutino;
llegan sigilosas, durante las horas de un muy apetecible y sueño
posiblemente subido de tono. Sin embargo, no todo el monte es orégano y
diversos estudios apuntan a motivos fisiológicos naturales inherentes a
la naturaleza masculina que nada tienen que ver con lo sexual. Siguiendo
esta teoría, la erección mañanera se debería más bien a una reacción natural del cuerpo para proteger los tejidos de la zona perineal que a sueños húmedos.
Y peor aún, también hay erecciones masculinas involuntarias
que nada tienen que ver con motivos sexuales, sino con problemas de
salud. Debido a problemas neuronales u otro tipo de enfermedades, puede
ocurrir que la sangre se estanque en la zona del pene, provocando erecciones involuntarias que, de hecho, pueden resultar muy dolorosas.
Aunque sabemos que tu erección preferida
es aquélla en la que tú has elegido el lugar, el momento y el estímulo
adecuado, asúmelo: tu “mini yo” también se tomará licencias de vez en
cuando y generará erecciones con total rebeldía e independencia.
Entonces sólo te quedará la opción de disimular la erección como buenamente puedas. ¿o no? ¡Disfruta de ella! ¿No dicen que donde caben dos caben tres?
PUBLICADO POR Raquel Martínez Priego
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